Las pinturas de arquitectura fingida del muro norte de la iglesia Arciprestal de Vinaròs han sufrido un importante deterioro en el corto espacio de tiempo en que fueron recuperadas por la Fundación La Luz de la Imágenes.
El responsable de la empresa que restaura estas pinturas esgrafiadas de la, Marcos Roca, ha explicado que al retirar los hongos y los líquenes que cubrían las imágenes, durante la intervención de la Fundación Luz de las Imágenes, “éstos protegían las pinturas y ahora se han deteriorado más en 9 años que en los 300 anteriores porque es la fachada más húmeda, la más afectada por la contaminación, el sol, la lluvia, el humo de escape de los vehículos, todo contribuye a su desaparición”.
Así, Roca apunta que actualmente quedan menos del 10 por ciento de las pinturas originales por falta demantenimiento o porque no se consolidó o hidrofugó cuando se realizó la intervención del 2013.
El restaurador, tercera generación de restauradores valencianos, explicaba que en el año 2013 quedaba un 50 por ciento aproximadamente de las pinturas. Mientras que actualmente se ha perdido la pintura, el estuco y hasta el rebozado de la fachada. De ahí que Marco haya dicho que habrá que reproducir el 90 por ciento de las mismas.
El problema está en el estucado, el cual se hacía con arena de la mar y se ha deteriorado totalmente, la cal está bien, pero la arena se ha caído, explicaba Marco.
De ahí que el trabajo para encontrar las líneas de las imágenes esgrafiadas es muy laborioso “tenemos que aprovechar unos 20 minutos desde las cinco a las cinco y media de la tarde, aproximadamente, cuando el sol incide lateralmente para ver el pequeño relieve que queda de estos esgrafiados, o trabajar de noche con luz artificial lateral porque si no, no se ven”.
Pese esta situación, se están descubriendo esgrafiados que permitirán visualizar pinturas al fresco significativas, además de las típicas imágenes arquitectónicas. Así, se recuperará la cara de dos demonios, un San Cristóbal, o una Virgen Inmaculada en un portal que debía existir en el lienzo de la pared, así como unas escaleras que en la anterior intervención no se visualizaron.
En lo referente a los autores de estos frescos Marco decía que existen dos teorías, la primera de ellas gira está torno a los hermanos Guilló, que trabajaron en el interior del templo. La segunda apunta a que serían descendientes de los italianos que a lo largo de 300 años estuvieron pintando El Escorial y que tras abandonar Madrid se pudieron instalar en Vinaròs, que era un importante puerto comercial y militar de la época con muchos comerciantes adinerados.
Los esgrafiados exteriores de la arciprestal fueron encontrados por el equipo de Roca en el año 2010, aunque no vieron luz hasta que fueron restaurados por la Fundación Luz de las Imágenes tres años después en una intervención que se realizó por parte de otra empresa.
El Obispado de Tortosa y la Diputación de Castellón son los encargados de financiar estos trabajos para recuperar de nuevos estas pinturas, en una primera fase se actuó en la pared trasera de la arciprestal, en la plaza San Valente, y ahora en el muso que da al oeste, a la calle San Cristóbal.
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