La Selección de Jordi Ribera se acerca a los cuartos después de controlar el vértigo nipón en la segunda parte (37-33). Gran aparición de Kauldi Odriozola y Dani Dujshebaev.
Después de una primera parte de vértigo, con 38 goles entre ambas selecciones (20-18), los Hispanos domaron la velocidad de Japón en la sala 6 del South París Arena y sumaron una victoria innegociable que le acerca a los cuartos del final de los Juegos Olímpicos. El partido fue un espectáculo. Liderada por un fantástico y creativo central, Kosuna Yasuhira (Vardar), más Fuyisaka en el lateral, Antonio Carlos Ortega le propuso a Jordi Ribera un partido con ritmo vertiginoso, que por un momento fue casi a gol por minuto de España (14-11, en el 15′). Ese ida y vuelta desbocado penalizó a los porteros. Ribera tuvo que sentar a Gonzalo Pérez de Vargas (1/15 en paradas), que se había vuelto invisible, para meter a Rodrigo Corrales, que le pilló el truco a Japón y firmó un notable 37% de efectividad en paradas.
España, ese fue su gran mérito supo adaptarse al partido que imaginaba que le iba a plantear Japón; y en la segunda parte dos apariciones individuales decisivas. Un par de goles de Dani Dujshebaev abrieron la primera brecha seria del partido (24-20). Luego, fue el momento de Kauldi Odriozola, que algo tapado por Aleix Gómez, había tenido un papel anónimo hasta ahora en los Juegos. La perla de Zumaia, jugador del Nantes, reventó el partido desde el extremo derecho. Sus seis goles dispararon a España, que manejó bien los últimos quince minutos de partido con rentas que oscilaron los cuatro goles.
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