Aprovechó Estados Unidos, ya de por sí una potencia física, su día más de descanso para sorprender a las RedSticks. Y su portera hizo el resto. El punto es bueno gracias al triunfo previo ante Gran Bretaña.
Se unieron la capacidad física de las estadounidenses y su día más de descanso -ellas jugaron el sábado, la Selección española femenina el domingo- con que su guardameta, Kelsey Bing, hizo el partido de su vida, atrayendo todas las bolas como un auténtico pulpo. Las RedSticks vieron frenado en el segundo encuentro de los Juegos de París 2024 el espectacular despegue que habían ejecutado horas antes ante un adversario superior como Gran Bretaña (2-1), esta vez ante otro rival anglosajón pero inferior en ránking. Es como si las de Carlos García Cuenca regresaran a la casilla de salida, pues en un pronóstico antes de la cita olímpica seguramente habrían firmado un empate ante las británicas y un trinfo con las americanas. Pues se ha dado al revés.
Se encontró España inesperadamente, después de un comienzo muy seguro defensivamente, con el gol en contra justo unos segundos después de acariciarlo a favor. En un contraataque en el último suspiro del primer cuarto golpeó Estados Unidos. Y, aunque en primera instancia salvó una Clara Pérez que ya dio continuidad a su sobresaliente papel en el debut, Sophia Gladieux no falló en el rechace.
Lo positivo para las de García Cuenca es que reaccionaron rápidamente, y con mucha astucia en la acción que Begoña García convirtió en el tanto del empate mediante un tiro cruzado, en el minuto 20. Y, aunque con el 1-1 se encerraron las norteamericanas, también eran capaces de atacar en arreones. Como en el penalti córner que transformaron a cinco minutos para el descanso, pero que fue anulado acto seguido por el Video Umpire -a instancias de la árbitra- por un pie previo de Madeleine Zimmer.
Esa suerte de estrategia colectiva, tan determinante en el hockey, no le acababa de surtir efecto a las RedSticks, que lo probaban una y otra vez pero que se topaban siempre con una inmensa Kelsey Bing, la guardameta rival, que llegó a detener tres lanzamientos consecutivos en apenas cuatro o cinco segundos justo antes del medio tiempo. Pero la cosa aún se acentuó mucho más a los ocho minutos de la reanudación, cuando fueron seis los penalti córner seguidos de que dispuso España en cuestión de segundos, todos desaprovechados.
Pese al dominio, más territorial que en ataques con garantías, fue Megan Rogers la que más se acercaba al gol en una gran acción individual, que tendría su réplica un tiempo después en la incursión por la izquierda de Blanca Pérez la cual detuvo, cómo no, Bing. Lo mismo que le sucedió ya en el último cuarto frente a Lucía Jiménez, tras una hábil carrera de la española. Los minutos finales fueron una agonía hacia un gol de la victoria, y que nunca llegó.
Compromiso de bulto el siguiente que deberán afrontar las españolas en el Yves du Manoir, un enfrentamiento ante la número 2 del ránking mundial y vigente subcampeona olímpica, la todopoderosa Argentina, las Leonas. Será este miércoles a partir de las 10:00. Tras ello, aún le quedarán otros dos partidos de la fase de grupos a las RedSticks para sellar su pase a cuartos, que seguramente se afianzará con una victoria más. Habría que ver, eso sí, ante qué rival...
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