domingo, 28 de julio de 2024

Ocho años después, Carolina: victoria en su ‘redebut’ olímpico

 

Carolina Marín
 
21
 
21
 
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Jenjira Stadelmann
 
11
 
19
 
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PARÍS 2024 | BÁDMINTON

 

La española, que se perdió Tokio por su grave lesión, supera a Stadelmann en su primer partido en París. Pau Gasol o las infantas, presentes. 

 

Demasiado tiempo después, Carolina Marín volvió a unos Juegos Olímpicos. Sus gritos, aquellos que significan resiliencia, resonaron en el Arena Porte de La Chapelle igual que resonaron en su día en Río, cuando la española se colgó el oro. De aquello ya han pasado ocho años. Desde aquello, Marín ha acumulado muchas cicatrices. Sobre todo, en sus rodillas. En la derecha, primero, y en la izquierda, la que le privó de estar en Tokio. A dos meses de la cita japonesa, se la destrozó (rotura del ligamento cruzado y de los meniscos). El día después de aquello, un día antes de operarse, ya empezó a trabajar para estar en París 2024. Con el oro en la cabeza. “París es un sueño que me arrebataron en Tokio”, dijo en AS a principios de año. Este domingo, con una victoria sobre la suiza Jenjira Stadelmann (21-11 y 21-19), lo empezó a recuperar.

La figura de Carolina Marín se entiende al ver las gradas de La Chapellle, repletas de banderas españolas. En Francia, la onubense jugó en casa. En los asientos, también estaba parte de la plana mayor nacional: el presidente del CSD, José Manuel Rodríguez Uribes, el Director General de Deportes del CSD, Fernando Molinero, el embajador de España en Francia, Victorio Redondo, Pau Gasol, o las infantas, Elena y Sofía, en primera fila. El sonido, tras una sonora ovación, también fue familiar, con multitud de cánticos reconocibles (”¡Lo, lo, lo, lo, lo, lo, lo, que viva España!”). Casi todos, finalizados con un “olé”. Al término del primer set, un contundente 21-11, hasta se hizo la ola. Todo acompañó perfectamente al juego, imponente, contra una Stadelmann muy alejada del nivel requerido (la suiza es la 102ª del mundo).

Pese a un intento inicial de plantar cara, Carolina no necesitó sacar sus mejores armas. Ya llegará el momento. Stadelmann duró lo mismo que un whiskey on the rocks. Salió valiente, eso nadie se lo puede negar, mandando con un 1-3 de salida, pero esa fue su única ventaja. Luego, no pudo aguantar el ritmo de una Carolina que, en palabras de su entrenador, Fernando Rivas, llega “en el mejor momento de su carrera deportiva”. Tars lo mostrado, y pese a la entidad de la rival, parece difícil rebatirle. Marín, como siempre, estuvo a leguas físicas de su contrincante. En lo táctico, se mostró agresiva, buscó mucho la red y remató tanto como pudo, algunas de las herramientas introducidas a lo largo de su tortuoso camino de vuelta. En lo mental, y “con la ilusión de una debutante”, no se relajó. Para acceder octavos, deberá quedar primera del Grupo L. No quiere sustos. No quiere que nada ni nadie le vuelva a arrebatar su segundo oro.

 

 

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   Pirata Oscar 

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