TENIS / COPA DAVIS
La victoria en el dobles de Granollers y Martínez se suma al triunfo de Munar para doblegar a Chequia. Primeras semifinales desde 2019, espera Alemania.
Algo muy especial tiene esta Selección española de tenis. Camina en el alambre, pierde a sus estrellas, juega bajo el radar, no hace mucho ruido... pero compensa todas esas supuestas carencias con una garra encomiable, con un espíritu de lucha innegociable, haciéndose fuerte en la unidad del equipo. Así basó la Armada este jueves su heroica remontada (2-1) contra la todopoderosa Chequia, una de las selecciones más completas de la Final a 8 de la Copa Davis. El conjunto capitaneado por David Ferrer, que recuerden que no cuenta en Bolonia con Carlos Alcaraz (ni Alejandro Davidovich), le dio una vez más la vuelta a una situación límite, como en Marbella hace dos meses, para avanzar a sus primeras semifinales de la copa del mundo desde 2019. Pedro Martínez y Marcel Granollers hicieron bueno el sensacional triunfo de Jaume Munar al superar a Jakub Mensik y Tomas Machac (7-6 (8) y 7-6 (8) en 2h03 para hacerse con el punto decisivo y certificar una machada en la que nadie creyó tanto como los integrantes del equipo nacional.
Quién le diría hace un par de meses a España que iba a estar en semifinales de la Copa Davis. Sobre todo cuando, en la segunda jornada de su eliminatoria frente a Marbella, Pedro Martínez se enfrentaba a una bola de partido a favor de Holger Rune. Aquel punto habría cambiado por completo el devenir de la Selección, que, en Puente Romano, por primera vez en la historia del tenis español, remontó un 0-2. La inercia cogida se prolongó hasta Bolonia, donde ni siquiera el palo recibido en forma de baja de Carlos Alcaraz (quien celebró desde casa el triunfo) y la derrota inicial de Pablo Carreño frente a Jakub Mensik (7-5 y 6-4 en 1h39) hizo tambalearse a la Armada, que basó en la unidad del equipo su improbable éxito en los cuartos de final de la Davis. El bloque de Marbella prácticamente repitió al completo en el norte de Italia, con el único cambio de Marcel Granollers por Roberto Carballés, y la entrega de los jugadores fue una vez más digna de aplaudir (independientemente de un resultado final que, por suerte, sonrió). Ni hablar de amedrentarse ante los fornidos tenistas checos, unas máquinas de jugar al tenis capaces de meter latigazos supersónicos y con tres miembros dentro del top-32 mundial.
Final 8 2025 Bolonia, 18-23 de noviembre 🌍🏆
Vamossss!💪
Marcel Granollers and Pedro Martinez defeat Jakub Mensik
and Tomas Machac in straight sets 7-6(8) 7-6(8) 🇪🇸
#DavisCup
“Tenía plena confianza con o sin Carlos, y uno tiene que aferrarse a lo que tiene, no quedarse pensando en lo que nos hubiese gustado. Tenemos mucho, y esa es nuestra mentalidad, ha sido nuestra fortaleza incluso teniendo a Nadal y Ferrer, son los máximos exponentes de esa garra y ahora a nosotros nos toca lo mismo", resumió a las mil maravillas Jaume Munar, el gran héroe del día en la Fiera di Bologna al batir a Jiri Lehecka por 6-3 y 6-4 en 1h22. El balear, que llegaba a la cita como número uno español por accidente y sin una sola victoria individual en su corta trayectoria en la Davis, tuvo además el añadido de jugar sin red. La derrota de Carreño, 89º mundial, sobre Mensik, 19º y que dominó con 20 saques directos un encuentro en el que el gijonés hizo todo lo posible por desarmarlo, hizo que Jaume, 36º, estuviese obligado a doblegar a Jiri Lehecka, 17º, para alargar la andadura de España en la Final a 8. Y vaya si lo hizo, llevándose un partido de sobresaliente y haciendo creer a la Armada. Ya pagó la novatada en Marbella, donde era número uno patrio por primera vez y cayó ante Elmer Moeller, y en Bolonia demostró haber aprendido la lección en una exhibición de control de nervios y sangre fría.
“Pongamos el 1-1 en la eliminatoria y ya Marcel se encarga”, pidió David Ferrer en los días previos a los suyos, y el trabajazo de Munar hizo posible que el deseo del capitán se cumpliese. El dobles, la gran baza de este equipo español, cumplió con el liderazgo de Marcel Granollers, bicampeón de Grand Slams este curso en la especialidad, que estuvo perfectamente secundado por Pedro Martínez. El valenciano, el héroe de Marbella por su remontada ante Rune, no conocía la victoria desde entonces y sumaba ocho derrotas consecutivas (siete en singles y una en dobles). “Sé jugar al tenis para jugar aquí (en la Davis)”, le dijo Pedro a su compañero antes de saltar a pista, y demostró que rebosaba confianza a lo largo de un partido tenso, igualado y frenético, muy propio del dobles.
Cinco bolas de set salvadas en el dobles
Golpeó primero la dupla española, aunque con lo que no contaban es con que iban a recibir rápidamente un break al servicio de Granollers. La igualdad se instaló en la primera manga, obviamente resuelta en un tie-break que tuvo de todo. Los españoles salvaron épicamente tres bolas de set en contra, y se encontraron con la inesperada colaboración de un Mensik que regaló muchísimo, todo lo que no entregó ante Carreño unas horas atrás. Granollers fue una roca en la red, en la que estuvo imperial durante todo el encuentro, tirando de galones de doblista, y Martínez brilló con luz propia cuando, con 8-8, colocó un resto ganador sobre la línea del pasillo de dobles. Fieles a lo que es este equipo español, que camina con maestría sobre la cuerda floja, prevalecieron y aprovecharon la pequeña oportunidad que tuvieron.
Sucedió lo mismo en el segundo parcial, nuevamente reinado por la igualdad y decidido en el desempate. Otra vez, un ejercicio de supervivencia; otra vez, varios regalos de un Mensik muy verde en el dobles, sostenido en la mayoría de ocasiones por Machac. Los checos, de nuevo, gozaron de dos oportunidades de set y las tiraron por la borda. Los españoles, de nuevo, encontraron una rendija por la que colarse, y una doble falta de Mensik, que no sabe lo que es especular, le brindó a la Armada el pase a unas semifinales de Copa Davis que no pisaba desde 2019, cuando se levantó la sexta Ensaladera de la historia. Ahora, la séptima está a tan solo dos pasos para un equipo que celebró este triunfo como lo que es, un equipo, todos abrazados con todos. El siguiente paso lo deberán dar el sábado ante Alemania. La España de los milagros nunca deja de creer.
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Pirata Oscar
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