sábado, 22 de noviembre de 2025

La conjura de ‘la España del pueblo’: “Esto es un equipo”





 TENIS / COPA DAVIS

 

La épica victoria de la Selección frente a Chequia saca a relucir el claro mensaje por el que se mueve este equipo, siempre apelando a la unidad.

 

Poco, o nada, tienen que ver las dos comparecencias que la Selección española de tenis ha dado ante los medios esta semana en Bolonia. La primera, el martes, fue tirando a lúgubre, con caras largas porque horas antes se había confirmado la baja de Carlos Alcaraz. La segunda, el jueves, resultó todo lo contrario, con evidentes caras de alegría (y cansancio) después de haber conseguido remontar a Chequia en los cuartos de final de la Copa Davis. Lo que no cambió de una a otra es el mensaje de los integrantes de la Armada, quienes desde el primer momento, aun cuando la cosa pintaba fea sin el número uno del mundo, lanzaron palabras de optimismo, confianza y, sobre todo, fe. Así se cimentó el gran triunfo del jueves de ‘la España del pueblo’, como se ha bautizado en redes sociales a este equipo por sus señas de identidad, sin grandes estrellas en la plantilla pero con profesionales como la copa de un pino.

En la serie Ted Lasso, el AFC Richmond que dirige el entrenador estadounidense tiene en su vestuario una pancarta en la que se lee el mensaje “believe” (creer), y bien podría figurar ese cartel en el vestidor de la Selección de David Ferrer. La primera clave de este equipo pasa por la gestión del capitán, que para Bolonia decidió apostar por el bloque que consiguió en Marbella, en septiembre, remontar ante Dinamarca un 0-2 por primera vez en la historia del tenis español. Jaume Munar, Pablo Carreño y Pedro Martínez, todos ellos fundamentales en Puente Romano, tuvieron su premio al ser convocados para una Final a 8 en la que España no estaría sin ellos. Marcel Granollers y Carlos Alcaraz, las dos grandes estrellas del país que se ausentaron en la eliminatoria de Andalucía por sus esfuerzos en el US Open, los acompañaron, por supuesto, aunque el segundo acabó cayéndose a última hora. Ni rastro de Alejandro Davidovich, que no representa a la Armada desde 2023 y que no estuvo dispuesto a esperar para ser el quinto convocado por Ferrer. El de Jávea tiró, con un evidente riesgo, con quienes mostraron un compromiso total, y no titubeó a la hora de no contar con el 14º del ranking ATP.

Sin los dos mejores españoles de la clasificación individual, sin, aparentemente, un número uno que fuese garantía de éxito, y con muchas dudas a su alrededor, la Selección se conjuró con ganas de reivindicarse. “Más que pensar en lo que no tenemos, hay que aferrarse a lo que sí tenemos, que es fantástico”. “Está claro que con Carlos somos un equipo infinitamente mejor. Pero, al final, nos dedicamos a esto. Jugamos todo el año, entrenamos, creo que mal tampoco lo hacemos. Hay mucha gente que no nos conoce, y si lo hace es para reírse”, fueron un par de las frases que se escucharon en la mencionada rueda de prensa del martes, en la que no dejó de apelarse a que la fortaleza de este combinado reside en su unidad. Cuando, en su entrevista con AS, Marcel Granollers fue preguntado sobre qué tiene que tener un equipo para ganar la Davis, su respuesta fue clara. “Lo que dice la palabra, ser un equipo. Al final tenemos que remar todos en la misma dirección. Creo que lo hacemos. Tenemos un gran grupo. Después, cada uno dar el máximo, toque jugar o no toque jugar”.

La premisa es clara, y lo más difícil, que es llevarlo a la práctica y conseguir resultados, lo lograron con holgura en su estreno en la Fiera di Bologna. Ni siquiera se dudó cuando Jakub Mensik batió a Pablo Carreño y dejó a España sin ningún tipo de red, y el mensaje se repitió hasta la extenuación. “Tenía plena confianza con o sin Carlos, y uno tiene que aferrarse a lo que tiene, no quedarse pensando en lo que nos hubiese gustado. Tenemos mucho, y esa es nuestra mentalidad, ha sido nuestra fortaleza incluso teniendo a Nadal y Ferrer, son los máximos exponentes de esa garra y ahora a nosotros nos toca lo mismo”, espetó Jaume Munar minutos después de batir a Jiri Lehecka. “Todos tenemos un papel muy importante. Sin los chicos que fueron a Suiza, sin la eliminatoria de Dinamarca, que mira cómo la sacaron... Esto es un equipo y necesitamos todas las piezas, no hay una más importante que la otra. Todos queremos aportar cuando nos toca, lo tenemos muy claro y por eso hemos sacado la eliminatoria”, añadió más tarde Marcel Granollers, que junto con Pedro Martínez dio el punto definitivo en el dobles.

“Estamos unidos, confiamos en el compañero, y esta es la forma de funcionar en la Davis. Grandes nombres dan eliminatorias, obviamente, pero el grupo es lo más importante”, continuó Granollers, que de ganar una Davis sabe algo (tiene tres en su palmarés). Que el bloque que representa a España en Bolonia se hace fuerte al enfundarse la camiseta de la Selección es un hecho, ahí está el ejemplo de Pedro Martínez. El valenciano fue el héroe en Marbella al vencer a Holger Rune, quien llegó a tener bola de partido y de eliminatoria. Tras ello, admitió luego que no supo digerir ese éxito, y al norte de Italia llegaba sin conocer la victoria desde ese duelo frente a Rune: siete derrotas seguidas en individual y una en dobles. Cualquiera dudaría en medio de esa racha, pero no un Martínez espoleado por sus compañeros. “Sé jugar al tenis para jugar aquí, en la Copa Davis”, le dijo el de Alzira a Granollers justo antes de saltar a pista para jugarse el pase a semifinales. Lo consiguió, y ‘la España del pueblo’ alcanzó la penúltima ronda de la copa del mundo de tenis por primera vez desde 2019. La Ensaladera, que sería la séptima en la historia del tenis patrio, está a dos pasos. Todavía queda para ello, pero este equipo, con humildad, unidad y, sobre todo, fe, ha demostrado estar capacitado para conseguirlo.

 

 

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