Esta semana VOLVEMOS
con otro artículo de TECNOLOGÍA donde sabremos La lavadora y la revolución de la vida doméstica es esta bien saber parte de la historia de la Lavadora y porque ahora es tan importante para nuestras vidas.
Yo creo que es bueno saber y que mejor que subirlo en la sección de TECNOLOGÍA.
La lavadora y la revolución de la vida doméstica
Este aparato electromecánico que revolucionó la vida doméstica tardó tiempo en desarrollarse hasta alcanzar el automatismo actual.
Lavar puede ser una tortura, casi tanto como querer deshilvanar la historia de la invención de la lavadora, en la que hubo muchas manos trabajando. La primera máquina de la que se conserva registro fue diseñada por el teólogo y naturalista alemán Jacob Christian Gottlieb Schäffer, que además de publicar textos de botánica, ornitología o entomología, fabricaba excelentes prismas y lentes. Su lavadora la describió en un libro de 1767 que tituló Die bequeme und höchstvortheilhafte Waschmaschine (La conveniente y altamente ventajosa lavadora).
Durante más de un siglo, diferentes inventores norteamericanos, ingleses y alemanes fueron introduciendo cambios y mejoras a un diseño que acabó desembocando en el que hoy conocemos. El primero elemento fue el tambor, que fue inventado en 1782 y que podía ser de carga horizontal o superior. Pero además había que escurrir la ropa, proceso con el que se sacaba el agua de las prendas y con ella, la suciedad. El canadiense John E. Turnbull aceptó el reto y patentaba en 1843 una “lavadora de ropa con rollos para escurrir”.
También había cosas curiosas. En 1871 Wiliam Clark registraba la primera lavadora transportable, tirada por caballos, para hacer la colada en la segunda residencia. Y en 1885 Sarah Sewell, consciente del esfuerzo físico que se necesitaba para accionar la máquina de lavar y de la inmensa energía que desarrollaban sus hijos durante el día, patentó una extraña lavadora que funcionaba gracias a un columpio acoplado donde los niños podían jugar.
Técnico analizando una lavadora.
La llegada del siglo XX trajo la electricidad a las casas y no pasó mucho tiempo hasta que alguien colocó un motor eléctrico en la máquina de lavar la ropa. No sabemos quién fue el primero que tuvo éxito, pero en 1904 ya aparecían anuncios en periódicos y revistas. Por fin, en 1909 empezó a comercializarse la primera lavadora eléctrica en Estados Unidos, que fue llamada Thor. Construida por la empresa Hurley Electric Laundry Equipment Company de Chicago, había sido diseñada por el ingeniero Alva J. Fisher en 1908. Según la patente tenía un “cilindro perforado montado de forma que pudiera girar dentro de la bañera que contiene el agua de lavado”. Una serie de palas levantaban la ropa al tiempo que giraba el cilindro, el cual, después de ocho rotaciones, cambiaba de dirección para evitar que las telas se enrollaran en una masa compacta.
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