El español remonta en condiciones
desfavorables para vencer en cuatro sets al estadounidense Paul.
Medvedev, rival el viernes en semifinales.
El crecimiento de Carlos Alcaraz en esta edición de Wimbledon está siendo exponencial. En los últimos tres partidos se ha hecho más que evidente. En dos de ellos, incluido el de este martes contra Tommy Paul, el español ha tenido que remontar después de perder el primer set. Lo hizo también en la tercera ronda ante Frances Tiafoe. Y en octavos, contra Ugo Humbert, supo reconducir una situación que se le complicó en la tercera manga para cerrar el triunfo que le puso en disposición de jugar los cuartos de final del major británico. Ahora, tras vencer al estadounidense de 27 años y 13º del mundo por 5-7, 6-4, 6-2 y 6-2 en 3h11, Alcaraz repite semifinales y se enfrentará el viernes a Daniil Medvedev, verdugo del número uno, Jannik Sinner, por un puesto en su segunda final consecutiva, con la defensa del título cada vez más cerca de hacerse realidad.
“(Paul) Ha estado jugando un gran tenis sobre hierba y sabía que iba a ser un partido realmente difícil para mí. El primer set parecía un partido de tierra batida, con intercambios muy largos. Ha sido una jornada larga también, pero estoy muy contento de haber encontrado el buen camino. Sabía que podía reaccionar y encontrar soluciones. Creía que era capaz de encontrar el buen ritmo. En los Slams hay más tiempo para recuperarse y he creído en mí todo el tiempo”, dijo Alcaraz, que está en racha de cinco victorias contra rivales del Top-20. Había ganado en Roland Garros a Tsitsipas (9º), Sinner (2º) y Zverev (4º) en Roland Garros) y en Londres batió al mencionado Humbert (16º). Aún no ha perdido contra ningún jugador de Estados Unidos en Slams (7-0) y es el tercer tenista español que alcanza más de una vez la penúltima ronda en Wimbledon, tras Rafa Nadal (8) y Manolo Santana (2). Se pone tercero en la lista nacional de más apariciones en semifinales de majors (6), igualado con David Ferrer y Juan Carlos Ferrero, por detrás de Nadal (38) y de Santana (8), y por delante de Sergi Bruguera, Andrés Gimeno y Manuel Orantes, que acumularon cuatro presencias cada uno.
Contra los elementos
Carlos ganó en unas condiciones que, a priori, no le favorecían. Bajo la cubierta retráctil de la Central del All England Club a causa de la intensa lluvia que caía en Londres a la hora del partido y que ocasionó una escabechina curiosa en el calendario general del torneo. A Paul, que tiene un golpeo plano potente y bastante preciso, le beneficiaba no tener factores ambientales que le afectaran. Y hasta que perdió efectividad, el estilo de juego del reciente campeón en Queen’s se convirtió en un verdadero problema para el murciano de 21 años y tercero del ranking (cuarto virtualmente, por detrás de Alexander Zverev). Porque el americano metía muchos restos y bastante buenos. No obstante, el primer set (muy largo, con un juego que duró 20 minutos) había estado en manos de Charly, con quiebre para una ventaja que perdió de inmediato. Se lo llevó Paul por insistencia al aprovechar dos fallos de Alcaraz y meter un passing ganador de revés estupendo contra la subida de su rival.
Tocado, el prodigio de El Palmar sufrió en el inicio de la segunda manga. Se vio con un peligroso 2-0 en contra que, sin embargo, fue el punto de inflexión positivo para él. Porque a partir de ahí fue superior, sin lugar a dudas. No perdonó un nefasto turno de saque de Paul, que hizo dos dobles faltas y malos tiros, y con la igualada en el bolsillo, se soltó definitivamente para barrer con estilo y finura al bueno de Tommy, que le había ganado dos veces en sus cuatro enfrentamientos anteriores, pero en partidos al mejor de tres sets. El azote de la Armada, que había eliminado en primera ronda a Pedro Martínez y en octavos a Roberto Bautista, multiplicó sus errores (acabó con 50 no forzados) y cayó ante el poderío y la determinación del número uno español, cada vez más a gusto en Wimbledon, al aire libre o bajo techo. Poco le importa ya.
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