La serie de Netflix vuelve con ocho capítulos y la incorporación de caras conocidas como Pablo Alborán a su reparto
Después del éxito de audiencia de su primera temporada hace un año, Respira vuelve a ponerse en marcha. La serie creada por Carlos Montero (Élite) vuelve para sumergirnos de nuevo en el Hospital Joaquín Sorolla de Valencia y en los dramas que recorren sus pasillos. Es una de las ficciones españolas más corales de los últimos años y, aunque haya podido suscitar ciertos comentarios por parte de sanitarios y críticos, llega para poner una vez más toda la carne en el asador.
La segunda entrega de ‘Respira’ retoma su trama justo donde acabó la primera, en plena noche de huelga con Jéssica (Blanca Suárez) desangrándose tras el ataque de un paciente bajo la horrorizada mirada de Biel (Manu Ríos) o con Rocío (Macarena de Rueda) llevándose al bebé que acaba de parir May (Marwa Bakhat). Tras estos acontecimientos, todo vuelve poco a poco a la calma.
Un inicio marcado por las incorporaciones de Pablo Alborán, Gustavo Salmerón y Rachel Lascar y, una vez más, lleno de subtramas con diferentes niveles de interés, donde siempre prima la humanidad de sus personajes. Te contamos lo que nos han parecido los primeros capítulos de la temporada dos de Respira, a partir de ahora con SPOILERS.
La privatización del Sorolla
Una de los principales temas que aborda Respira desde su inicio es la defensa de la sanidad pública y la exposición de todos los problemas a los que se enfrenta el sistema sanitario español. Después de la huelga general de la primera temporada, llega al Sorolla Nicolás (Gustavo Salmerón), un gestor puesto a dedo por la ministra Patricia Segura (Najwa Nimri) y su partido para impulsar la privatización del hospital.
Este nuevo personaje, aunque resulta un poco descafeinado en un principio, sí que consigue sacar de sus casillas a toda la plantilla y hasta a la mismísima doctora Amaro (Aitana Sánchez-Gijón), ahora nueva directora del Sorolla. Además, es el padre de Biel, lo que añade más enjundia a la trama. Por otro lado el doctor Moa (Borja Luna) sigue haciendo lo todo lo posible porque el hospital no se privatice, si bien su debilidad por Patricia cada vez es más grande, y eso se nota.
Respira: Temporada 2 | Tráiler oficial |
Netflix España
La ficción es, ante todo, una serie de médicos y hospitales, así que como no puede ser de otra manera nos lleva por quirófanos, pasillos, salas de espera o boxes de Urgencias abordando todo tipo de diagnósticos, procedimientos médicos y operaciones que harán las delicias de los fans del género, correspondiendo en este caso a los profesionales en la materia constatar el nivel de veracidad.
Los primeros cuatro capítulos también profundizan en la salud mental de los sanitarios, en este caso representada en el personaje de Rocío, con cuyos ojos asistimos a los colapsados servicios de Urgencias en los hospitales públicos. No hay médicos ni medios suficientes y la sobrecarga de trabajo de los profesionales que nos atienden sin duda afecta a cómo desempeñan su labor (y a su propio bienestar). Así, la serie refleja un enorme problema de la sociedad actual, que sin duda nos afecta a todos.
La humanidad en el caos
La apuesta de la segunda temporada de Respira sigue siendo mostrarnos los conflictos éticos y personales que tienen los protagonistas en su trabajo, siempre apostando por su humanidad y compañerismo. El enemigo está fuera, no dentro del hospital, y aunque los intereses políticos y económicos les amenacen continuamente ellos consiguen una y otra vez, no sin esfuerzo, mantener sus propios valores.

Así, durante los primeros capítulos vemos cómo Lluís (Alfonso Bassave) se salta el sistema sanitario y se juega su puesto de director por conseguir un trasplante de hígado a Jéssica o cómo Blanca (Blanca Martínez) cubre hasta el final a Rocío cuando esta roba ansiolíticos del botiquín. También como Moa piensa llegar hasta donde haga falta para saber la verdad sobre el tratamiento oncológico de la doctora Sophie Lafont (Rachel Lascar).
La serie sigue conteniendo momentos en los que plantea situaciones demasiado dramáticas o inverosímiles y otros en los que los personajes caen en el cliché o resultan predecibles, pero hay algo en Respira que hace que no puedas dejar de verla: el entretenimiento de sus historias y la naturalidad de sus actores, quienes también han sacado toda su humanidad a la palestra.

Un acertado y gran engranaje
La coralidad de Respira marca una vez más sus primeros capítulos, donde podemos ver a una veintena de actores trabajando. A los ya mencionados Gustavo Salmerón y Rachel Lascar se une Pablo Alborán, cuya incorporación a la serie suscitó tanto emoción como dudas, y que finalmente ha resuelto con solvencia su primer reto interpretativo dando vida al cirujano plástico Jon Balanzetegui.
Además, vuelven Manu Ríos, Blanca Suárez, Javier Ballesteros, Xoan Forneas, Abril Zamora y Ana Rayo, entre otros, conformando un elenco potente que se rodea de pesos pesados de la interpretación como Najwa Nimri y Aitana Sánchez-Gijón, a las que da gusto ver en pantalla en cualquiera de las secuencias que protagonizan.
Es verdad que al ser tantos personajes existen demasiadas subtamas, algunas de ellas prescindibles o de poco interés, pero la serie es fácil y agradable de ver. Es intensa, pero es entretenida, y en esta segunda temporada además está llena de momentos naturales y divertidos. Se respira mucha cotidianeidad entre sus personajes y afloran los respiros cómicos en su guion, lo que supone un punto a favor para la ficción.
En resumen, el inicio de la segunda temporada de Respira consigue mantener la atención del espectador con su crítica al sistema sanitario público y su elenco coral que funciona como un buen engranaje. La trama entretiene y sigue ahondando en la humanidad de sus protagonistas frente a las dificultades económicas y políticas a las que hacen frente.
¿Conseguirá Patricia superar su cáncer y cambiará de una vez de opinión respecto a la privatización del Sorolla? ¿Podrá la unión de la plantilla hacer frente a la gestión de Nicolás? ¿Y qué pasa con el caos en Urgencias y la caída al vacío de Rocío? Los últimos capítulos darán todas las respuestas.






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