Su boda con doña Concha Perezagua es perfecta. Gracias a ella, Concha se convierte en Marquesa de Bahía y él por fin accede a una fortuna a la altura de su linaje. Profundamente comprometido con el régimen franquista, vive muy cómodo en este orden social y más desde que hace unos años dirige la Finca Los Galindos.
Su suegro cada vez interviene menos en la gestión del patrimonio
familiar, lo que le ofrece mayor libertad para tomar sus propias
decisiones empresariales.
Rafael Pertierra de Medina, Marqués de Bahía y Sobrarbetelecinco.es
Ambicioso y tremendamente clasista,
desde su boda con Concha ha tenido que soportar los comentarios jocosos
acerca del “braguetazo” que dio con su matrimonio. Algunos de manera
discreta y otros, como los de su suegro, en su propia cara. Estos
comentarios han hecho que su necesidad de reafirmarse frente al mundo
sea aún mayor.
El Marqués necesita demostrar su valía
y no dejará que nada se interponga en su camino. Cree que la ambición
es la virtud de los valientes y espera con impaciencia el día que su
suegro le reconozcan su valor y no le quede más remedio que disculparse
por tantas humillaciones. Intuye que este es su momento, se siente
fuerte y preparado para dar el salto a la primera línea. Ignora que toda la frustración acumulada durante tantos años explotará de la peor forma posible.
Onofre Romera Pascual, periodista (José Pastor)
Onofre Romera Pascualtelecinco.es
Onofre,
nacido en Paradas (en cuyo término se sitúa la finca de Los Galindos),
nunca conoció a su abuelo paterno. Una madrugada, cuando las tropas de
Franco llegaron a Sevilla, fue sacado de casa y nunca más volvieron a
verle. El padre de Onofre, tuerto desde una paliza en los calabozos de
la Guardia Civil, nunca tuvo fácil ganarse la vida en el pueblo. No
resignarse a vivir callado le costó caro. Esto generó en Onofre
sentimientos contradictorios hacia él: de admiración por su tenacidad y
sentido de la justicia social, al mismo tiempo que de rechazo por hacer
que su madre tuviese que trabajar muy duro para sacarles adelante.
Durante
su infancia y adolescencia ha ayudado puntualmente a Rosita, prima de
su madre, y Picazo, en el cortijo de Los Galindos a cambio de pequeñas
propinas. Allí asistía perplejo a la sumisión de sus tíos
frente a los “señoritos”, al paternalismo con el que les trataban y,
desde que falleció Fito, a las humillaciones constantes del Marqués
hacia ellos.
Siendo adolescente
marchó a Sevilla a estudiar Bachillerato con unas tías monjas y gracias a
su buen expediente, consiguió una beca para estudiar Periodismo en
Madrid. Aunque la relación con su padre es difícil, sabe que se siente
profundamente orgulloso de él por haber conseguido ser el primero con
estudios de la familia.
Onofre Romera Pascual, periodistatelecinco.es
Crecer fuera del pueblo le ha abierto aún más los ojos y Onofre cree firmemente que a través de su oficio podrá cambiar el mundo.
Con la muerte de Franco, en 1977 se respira un aire de esperanza y
libertad que, según espera Onofre, les permitirá acabar con tantas
injusticias sociales y tanta represión. Comparte el optimismo y el
combativo entusiasmo de todos los jóvenes de su época.
Desde
que se marchó a estudiar a Sevilla, Onofre ha vuelto ocasionalmente a
Paradas para pasar allí los veranos y las fiestas. En estas visitas pasa
cada vez más tiempo con Chelo, la sobrina de Pedro, tractorista del
cortijo, y amiga suya desde niños. Él sabe que ella es muy lista e
inteligente. Nunca se ha atrevido a decirle que le gusta, teme no ser
correspondido y estropearlo todo. No sabe que Chelo también le quiere.
Don Alejandro Perezagua, propietario del cortijo (Juan Fernández)
Don Alejandro Perezagua, propietario del cortijotelecinco.es
Marido de doña Olga y padre de Concha, don Alejandro es un cabeza de familia tenaz, firme y trabajador. Nació en el seno de una familia acomodada y consiguió aumentar su patrimonio a base de trabajo duro y con cabeza,
tal y como a él le inculcó su padre. Hombre previsor y metódico,
siempre va un paso por delante, odia que las cosas no se hagan como él
desea. Es un firme defensor del trabajo, la honradez y los valores.
El
matrimonio de Concha con el Marqués nunca fue de su agrado. Don
Alejandro entendió que emparentarse con ese hombre arrogante y fanfarrón
era un capricho de su hija. Sin embargo, por la presión de su hija y
esposa, terminó consintiendo pese a saber que ese enlace no tenía
futuro.
Cuando su primogénito, Fito,
muere en un tráfico accidente de coche con solo 36 años, su vida se
tambalea, tanto emocional como empresarialmente. Súbitamente, sus planes
se vienen abajo y el Marqués, su yerno, pasa a ocuparse de la gestión
de los temas que antes llevaba Fito.
Cuando
le diagnostican un cáncer de pulmón bastante avanzado, decide dejar
todos sus bienes en orden antes del fatal desenlace. Es entonces cuando
descubre que algo no cuadra en la finca. Está convencido de que el Marqués le oculta algo y piensa averiguar qué está pasando antes de que sea demasiado tarde.
Concha Perezagua, Marquesa de Bahía y Sobrarbe (Lara Grube)
Concha Perezagua, Marquesa de Bahía y Sobrarbetelecinco.es
Nacida en una familia adinerada de Sevilla, muy unida a sus padres y a su hermano Fito, fallecido en un accidente, fue educada, como las jóvenes de buena familia, para casarse y ser madre.
Concha siempre cuenta con orgullo que lo del Marqués hacia ella fue un flechazo:
una tarde la vio en La Maestranza, preguntó quién era e,
inmediatamente, supo que se casaría con ella. La oposición de su padre
no impidió que se casasen en una fastuosa boda a la que asistieron las
más importantes familias y personalidades de Sevilla.
Tras los primeros años de matrimonio, profundamente enamorada, Concha ha ido aceptando que su marido nunca será como ella imaginó.
Conocedora de sus infidelidades, reza por su matrimonio cada día y solo
pide a su Virgen de la Macarena que su marido sepa guardar la
compostura. Las obras de caridad y el cuidado de su hijo y de sus padres
ocupan su día a día y le ayudan a no pensar en exceso.
Inteligente y con gusto por la literatura, a Concha le hubiese gustado estudiar,
pero sus padres no pensaron que fuese necesario y ella lo aceptó. Al
fin y al cabo, ¿para qué lo va a necesitar teniendo la vida resuelta? Ahora, ya adulta, se ve abocada a despertar de su cómodo letargo, asumir decisiones valientes y tomar las riendas de su destino.
Concha recorre el difícil camino que le lleva de ser una mujer dominada
por los hombres de su familia, a creer en su propia fortaleza,
inteligencia y capacidad para asumir las riendas de su vida y las de los
suyos.
Francisco Picazo, capataz del cortijo (Paco Tous)
Francisco Picazo, capataz del cortijotelecinco.es
El ex guardia civil, Picazo (como todos le llaman), es el capataz de Los Galindos.
Hombre duro, bronco, poco expresivo, y poco dado a los sentimientos,
pero de sólidos principios y muy leal a don Alejandro y su familia, los
dueños del cortijo.
Su lealtad hacia los señoritos deriva en una conciencia de clase casi nula. Picazo dirige con mano dura la finca sin consentir la más mínima holgazanería.
No pasa una a Pedro, el tío de Chelo, con quien mantiene recurrentes
enfrentamientos fruto del choque entre la alta exigencia de uno y el
espíritu combativo del otro.
La
muerte de Fito, el hijo mayor y heredero de don Alejandro, fue un duro
golpe para Picazo y supuso un cambio en la dirección de la finca. El capataz vio con muy malos ojos que el Marqués, yerno de don Alejandro, pasara a hacerse cargo de todo, con tanta arrogancia como falta de conocimiento. La relación entre ambos siempre ha sido tensa
de manera que, cuando don Alejandro le comunica su desconfianza hacia
su yerno, Picazo se vuelca en demostrar que la gestión de la finca es
irregular.
Picazo está casado con Rosita,
mujer de gran corazón, que intenta que su marido no se meta en los
asuntos de la familia, temerosa de que al final, como suele ocurrir sean
ellos, los de abajo, quienes paguen las consecuencias.
Rosita Jiménez Pascual, mujer de Picazo (Laura Baena)
Rosita Jiménez Pascual, mujer de Picazotelecinco.es
Rosita es la mujer de Picazo
y trabaja con él sirviendo en el cortijo Los Galindos. Su carácter
cariñoso y amable contrasta con la austeridad emocional de su marido. No
obstante, ella sabe que es un hombre bueno y le quiere. Juntos forman
un matrimonio sólido y unido. Tienen una hija ya casada en Tarragona y
dos nietas a las que ven mucho menos de los que les gustaría.
Rosita es prima de Paqui, la madre de Onofre. En su afán por ayudar a su prima, Rosita convence a su marido para que permita a Onofre trabajar ocasionalmente en el cortijo a cambio de pequeñas propinas.
Desde que Chelo perdió a su madre, también intenta cuidarla y estar
pendiente de ella para lo que necesite. Sabe que su sobrino Onofre y
Chelo comparten sentimientos amorosos y esto le hace muy feliz.
Rosita ve en Chelo una joven muy lista, capaz y con buen corazón que merece un futuro más allá de Paradas. Quiere que se marche de allí lo antes posible porque sabe que el Marqués es un depredador y teme que fije sus ojos en ella.
Rosita
es muy agradecida y complaciente con don Alejandro, doña Olga y doña
Concha por haberles dado oficio y beneficio. Se siente tratada con
respeto y cariño por parte de los señores y eso es más de lo que muchos
vecinos del pueblo tienen. Sabe que, gracias a su trabajo y lo buenos
que son los señores, Picazo y ella son unos afortunados.
Cuando
Picazo se enfrenta a algunos trabajadores de la finca, como Pedro, o
desafía al propio Marqués, ella sufre y teme, siempre teme, que les
cambie la suerte y su vida se vea alterada. Bastante dolor trajo la
guerra. Rosita ahora solo aspira a acabar sus días trabajando en paz junto a su marido en el cortijo.
Chelo Mayor Fuentes (Cintia Ramírez)
Chelo Mayor Fuentestelecinco.es
Chelo
nunca había salido del pueblo hasta que comienza a servir a doña Olga,
madre de doña Concha, en Sevilla. Estudió hasta los 12 años, pero lo
tuvo que dejar para ayudar a su padre en el campo.
En ocasiones, antes de los crímenes, echaba una mano en Los Galindos,
donde su tío Pedro, uno de los fallecidos en los asesinatos del
cortijo, era tractorista. Allí ayudaba a Rosita, la tía de Onofre, que
siempre era siempre muy cariñosa con ella.
Chelo es inteligente, alegre y se ha convertido en una belleza que no pasa desapercibida para Onofre, su amigo desde la infancia ni, desgraciadamente, para el Marqués. Desde niña ha aprendido a esquivar a ese hombre.
La
vida en el pueblo tras los crímenes ha cambiado radicalmente. La teoría
de que su tío Pedro fue el responsable de los crímenes y posteriormente
acabó con su vida ha dividido al pueblo en dos bandos irremediablemente
enfrentados: por un lado, los que acusan a Pedro de la muerte de los
suyos y, por el otro, su familia que, a su propio duelo, suman la
afrenta del resto del pueblo.
Para
alejar a su hija de este ambiente dañino y de las preguntas incómodas de
Onofre, el padre de Chelo la manda a Sevilla a servir en casa del
Marqués sin saber que está abocándola a un lugar más oscuro aún.
Chelo
soñaba con estudiar en Madrid, como su amigo Onofre, pero sabe que la
vida no es lo que se quiere, si no lo que se puede. Y ella ha aceptado
que nunca podrá hacerlo.
Con Onofre
se siente a gusto y sabe que es mutuo. Incluso alguna vez ha fantaseado
con la posibilidad de ser su novia. El verano de 1975 Chelo
había decidido dar un paso adelante aprovechando la visita de Onofre al
pueblo, pero los crímenes terminan no solo con sus planes, sino con la
relación entre sus familias.
Don Alberto Carabias Porres, contable (Óscar de la Fuente)
Don Alberto Carabias Porres, contabletelecinco.es
Hombre discreto, serio y eficaz trabajador, don Alberto lleva al servicio de la familia de don Alejandro más de 15 años. Comenzó trabajando para Fito, el hermano de Concha y, a su muerte, continuó administrando los negocios de don Alejandro.
Nunca habla de su vida personal, soltero y sin familia a su cargo, lleva una vida bastante ordenada.
No le gusta demasiado el fútbol, pero eso sí, es un apasionado de los
toros. Su sentido del orden y del deber hacen de él un buen trabajador,
fiel y de confianza.
Cuando el
Marqués heredó la gestión de la Finca y comenzó a trabajar para él,
necesitó un tiempo para acostumbrarse a su manera de hacer.
Completamente diferentes, don Alberto ha encontrado la manera de
trabajar a sus órdenes sin roces ni estridencias. Sabe que el Marqués,
pese a fanfarronear tanto con sus amigos, no es capaz de controlar las
cuentas de una manera tan exhaustiva como él.
Don Alberto asiste silencioso a los frecuentes enfrentamientos entre don Alejandro y su yerno.
Sabe que éste desprecia al Marqués y que no se fía de su criterio.
Ambos necesitan a don Alberto y depositan su confianza en él. Saben que
es un hombre honesto, de una pieza, leal y sin obligaciones familiares,
lo que le convierte en el empleado perfecto, sin imaginar que guarda un importante secreto.
Don Joaquín, director de la Caja Rural de Paradas (Joaquín Núñez)
Don Joaquín, director de la Caja Rural de Paradastelecinco.es
El primer trabajo de don Joaquín fue de botones en la Caja Rural de Mairena con solo 13 años. Gracias a su dedicación y trabajo fue ascendiendo hasta ser hoy el director de la Caja Rural de Paradas.
Procede
de una familia humilde que nunca disfrutó de lujos ni privilegios.
Casado con la que fue su novia de toda la vida en el pueblo, tiene tres
hijos aún pequeños a los que quiere ofrecer todo lo que él no pudo tener
de niño. Por eso está decidido a aprovechar las ventajas de ocupar un puesto tan importante como
director de sucursal. Este cargo le sitúa directamente en un lugar
privilegiado, muy cerca de los más poderosos de la zona, lo cual le
genera un placer indescriptible y la grata sensación de haber triunfado
en la vida.
Don Joaquín se siente
orgulloso de sí mismo, sabe que, si sigue trabajando bien, pronto
recogerá los frutos de su esfuerzo. Solo debe echar una mano al Marqués
en ciertos negocios a espaldas de su suegro, don Alejandro, pero será
por poco tiempo. Además, él no está haciendo nada malo, sólo ayudar a su
admirado Marqués de Bahía y de Sobrarbe y a don Alberto, su contable,
en unas inversiones importantes en la costa. Como el Marqués dice, el
turismo es el futuro y él, como hombre moderno y de negocios, allí
estará para esperar al futuro con los brazos abiertos.
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